Los Refugios de la Guerra Civil Española en Almería
Un refugio para la vida
Los Refugios de la Guerra Civil Española en Almería son una construcción única y desconocida a la vez, como gran parte del patrimonio que esta provincia esconde. Este complejo entramado de galerías subterráneas dio cobijo y protección a la práctica totalidad de la población de Almería durante la Guerra Civil Española (1936-1939).
Para todo país, una guerra civil supone la ruptura y división de su sociedad. Un hito oscuro en la historia para aprender y reflexionar. La violencia y el miedo se apoderan del país. La fraternidad y el consenso brillan por su ausencia. La paz es algo que solo sobrevive como un anhelo en los deseos y los sueños de todos sus ciudadanos.
Los Refugios de la Guerra Civil Española en Almería tienen una impresionante historia que contar. Una melodía que suena a contratiempo de este desagradable compás. Estos refugios significaron la creación de una isla de vida dentro de una de las páginas más negras de la historia reciente de España. Un remanso de paz angustiosa dentro del caos más absoluto. Un frío pero cálido lugar donde la esperanza podía resistir. Un lugar para la vida. Un rincón donde nuevas almas veían el mundo por primera vez en medio de la más absoluta oscuridad.
Historia y construcción
Si hablamos de turismo y visitas guiadas, Los Refugios de la Guerra Civil Española de Almería son, a día de hoy, el segundo monumento más visitado de toda la provincia de Almería. La excepcionalidad de su naturaleza, unido a su gran extensión, lo convierten en un monumento único en toda España y Europa. Probablemente una de las mayores obras de ingeniería civil de todo el siglo XX.
Construcción de los Refugios
A partir de 1937, un grupo de entre 200-400 trabajadores, encabezados por el aclamado arquitecto municipal Guillermo Langle, comenzaría la construcción de esta titánica red de galerías subterráneas. Estos refugios fueron construidos a 9 metros de profundidad para poder así salvaguardar la vida de unos 34.000-38.00 habitantes de los apenas 50.000 que la joven capital de provincia tenía en esos momentos.
El resto de la población de Almería se escondía en pueblos y cortijos cercanos. Otros escapaban a cuevas y galerías mineras que habían servido dentro del sistema de explotaciones mineras en la capital. La mayoría de ellas concentradas en el barrio de Pescadería-La Chanca así como en zonas montañosas cercanas a la Alcazaba de Almería.
Esta extensa y compleja red de galerías que creaban los refugios se dividía en varias zonas o áreas. De este modo todo el mundo podía tener una entrada próxima para acceder de una forma rápida. Esta obra faraónica tardó tan solo 16 meses en construirse. Y es que cuando la necesidad aprieta, la eficiencia es requerida y debe hacerse patente. Destacar la gran ayuda que el pueblo de Almería brindó desinteresadamente para acelerar la finalización de tan compleja obra de ingeniería y supervivencia.
Esta red de vida tenía su precedente en los pequeños búnkeres que la burguesía almeriense empezó a construir ya en el año 1936. De igual modo muchos edificios públicos contaban también con estos búnkeres para poder acoger a la población sin tantos recursos. De hecho, la gran mayoría de estos fueron luego incorporados a esta gran red general debido a esta manera también se aumentó tanto la capacidad como el número de entradas que ascendía a más de cien. La red inicial contaba con 67 entradas de acceso públicas.
Historia de los Refugios
Dentro de estos refugios encontrábamos todo lo necesario para sobrevivir. Desde almacenes y despensas hasta un pequeño hospital con todo lo necesario: sala de espera, botiquín, sala de curas y un quirófano. Este era además el único lugar que lógicamente contaba con luz las 24 horas del día así como agua corriente.
Y debía de ser así, ya que cuando las sirenas sonaban había que coger todo lo necesario y salir corriendo al acceso más cercano. Una vez dentro no sabías si podías tardar minutos, horas o toda una noche en salir. Eran muchas las normas implícitas y pactadas en el uso de estos refugios por parte de la población de Almería. Pero lo más angustioso no era la entrada y acceso, muy peligroso por las avalanchas que se producían, sino su salida. No sabias cuál iba a ser el panorama que te encontrarías, si tu casa seguiría en pie o si tus familiares y amigos estarían vivos.
Almería recibirá, según diversas fuentes, 754 bombas por mar y aire repartidas en más de 50 bombardeos. Muchas historias y momentos de angustia se vivieron en la capital. El ataque más famoso fue el llevado a cabo por los alemanes el 31 de mayo de 1937. Sí, tuvimos nuestro propio Guernica, pero no un Picasso que lo pintara. Sin embargo, los ecos de semejante ataque llegaron a las otras orillas del océano y otro Pablo, en este caso Neruda, quien escribió un poema a raíz de dicha noticia.
Un lugar emblemático en Almería
En definitiva, Los Refugios de la Guerra Civil Española en Almería son un lugar único en su clase. Son muchas las historias que los rodearon desde su construcción, su uso y su futuro. Un porvenir que fue incierto: una reutilización para la Segunda Guerra Mundial o como sistema de saneamiento y evacuación de pluviales. Finalmente el acceso a esta red fue tapiada o bloqueada con la construcción de unos kioscos que dormirían progresivamente la historia de estos refugios y todo lo acontecido en ellos. Una palabra que aún hoy sobrevive gracias al relato de supervivientes que pudieron contarlo. Una voz que todavía puede sentirse en sus paredes y que seguro no te dejará indiferente.
Recuperación y puesta en valor
En 2006 se recuperaron cerca de 1 kilómetro del recorrido de los 4,5 km de galerías subterráneas que componían esta red. Concretamente se trata de la galería principal que discurre paralela al trazado de la arteria principal de la ciudad: El Paseo de Almería. Actualmente se realizan visitas guiadas a Los Refugios de la Guerra Civil Española en Almería, tanto por parte del Ayuntamiento como de empresas privadas autorizadas por el mismo.
En Raizes Turismo Personal ofrecemos esta experiencia en dos versiones. Una privada y otra en grupo. La visita guiada de Raizes tiene una duración de 2 horas y es realizada por guías oficiales locales. A parte del recorrido subterráneo completo se complementa la visita con un paseo en la superficie de la ciudad. Elementos relacionados con la historia de los refugios y que pasan desapercibidos a los ojos de viajeros y locales: kioscos de prensa, entradas y accesos, antiguos y nuevos sistemas de ventilación, lugares de bombardeos y otras historias que la ciudad de Almería esconde en sus calles esperando a que alguien las cuente y las reviva.
Historias para aprender del pasado y construir un futuro mejor. Ya que no debemos de olvidar el pasado para no volver a repetirlo.